“- Escúchame, pescador, te lo ruego: déjame vivir; no soy, en realidad, un lenguado, sino un príncipe encantado.
- Bueno -dijo el hombre; no tienes por qué gastar tantas palabras: a un pez que sabe hablar bien puedo dejarle seguir nadando”.
Jacob y Wilhelm Grimm, La historia del pescador y su mujer.
Técnica mixta s/papel. 25 x 25 cm