Sus amigas buscaban un regalo digno de la celebración de su cuarenta cumpleaños, así que pensaron: qué mejor que un cuadro en el que pueda ver cada día su adorado pueblo, Jérica, en su vivienda en Albal. Tanto la fiesta sorpresa como el regalo fueron todo un éxito.
Jérica
Acrílico y nogalina s/tabla